El
fotógrafo propone el mismo espacio para cada protagonista, aquí, él es
libre para hacer lo que quiera, el fotógrafo solamente sirve como guía,
para obtener el mejor momento, la mejor foto sobre el trabajo que va
desarrollando cada intérprete, aconsejando como retratista que quiere
realmente transmitir un reflejo fiel de su personalidad.
En un plano más técnico, la propuesta
es el mismo esquema para cada personaje, un ciclorama blanco como
fondo, los flashes de estudio colocados siempre en la misma posición,
la misma cantidad de luz y la misma cámara ajustada siempre igual. Un
espacio que se enmarca en el suelo y en los bordes y que se delimita en
dos metros de alto por uno de ancho.
Así será la foto final para la
exposición, a escala real, UNO:UNO, como escala, UNO:UNO como
personalidades que son únicas, UNO:UNO como identidad propia.
Pudiera parecer que todas las tomas
han sido realizadas en el mismo sitio, pero al mismo tiempo se origina
una pluralidad en lugares; Madrid, Bilbao, Sevilla, Barcelona, París,
Londres, Boston o Nueva York... lugares donde cada uno de los
personajes desarrollan su labor como creadores.